- Siente el miedo: Estómago, cabeza, manos heladas, cara roja, derrame verbal (quédate callado) sensación de estallar, siéntelo, no importa.
- Ya que no puedes salir de casa, baja las cortinas, lávalas, barre, limpia, ordena, todo trabajo físico transforma el enojo.
- Una vez cansado, date un baño y preguntante: ¿Qué es lo que más te molesta de esa persona o situación? Normalmente las personas, circunstancias o cosas son nuestro propio reflejo, la gente piensa que esta figura no es muy exacta y se sienten ofendidas cuando los psicólogos las usamos.
Por ejemplo, si tu miedo/enojo es porque estar en casa significa: Hablar con tu pareja, jugar con tus niños, compartir con suegra o tía que no te cae bien… En fin, pueden ser muchas cosas, pero es muy importante que te preguntes, ¿Por qué? ¿Te caen mal? ¿Qué te molesta de ellos? ¿De estar encerrado? ¿Por qué es tan molesto?
Pueden ser varias respuestas, pero para el primer ejemplo, puede ser que hace tiempo no hablo con mi esposo, estamos distanciados, o yo sé que tiene otra relación y me enfurece soportarlo cuarenta días… La pregunta para ti es: ¿Por qué yo me permito vivir con un hombre que me engaña y que ahora por fuerza, debo ver 24 horas al día? Y lo más importante es, llegar a la conclusión siguiente: “Yo a través de este hombre, mujer, tía, suegra o lo que fuera la circunstancia, me faltó el respeto, porque yo no pongo limites, no decido, me paralizo, … Entonces puedes ver de frente al miedo enojo y comenzar a ser sincero contigo mismo.
Recuerda que lo que el otro te muestra, es lo más te molesta de ti mismo, no siempre es textual, pero, si lo observas con lentitud y diligencia te darás cuenta que muchas de las cosas que te enojan de los demás, es que te muestran a ti mismo.
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